Descripción del Producto
Este grupo escultórico tiene su origen en los paseos por el hayedo que tengo cerca de casa. Me gusta imaginar que estas hayas, que se muestran majestuosas, son las protagonistas de una danza infinita.
Por la noche, cuando nadie las mira, giran, rotan, bailan buscando conexiones entre ellas.
Una danza que los seres humanos somos incapaces de ver, porque su movimiento es lento y nuestra vida muy corta.
Estas piezas las he bizcochado a 950º. Una vez que han salido del horno, he aplicado un esmalte compuesto básicamente por cenizas de haya procedente de la limpia de un monte cercano. Posteriormente las he vuelto a cocer a 1280º.
Con este conjunto me interesaba mostrar la idea de montón, de cúmulo y lanzar una reflexión sobre individuo y sociedad, sobre yo y nosotros/as.
Muestro un conjunto de formas, de modos, un grupo con las mismas conductas, con una textura parecida…, ¿es esto la cultura?
Usue – :
Me gusta mucho la pieza, pero al leer la explicación del concepto -brillante- me ha llegado mucho más y me ha conectado con ese ritmo lento en el que se comunican” las hayas y en el que se desarrollan los procesos de la Naturaleza. Parece que, en esta “cultura” de la inmediatez, estamos olvidando lo relevante e imprescindible de los procesos. Como se solía decir, cada cosa requiere “su tiempo”.
Milaesker por recordárnoslo!